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Obras de conservación de edificio de Derecho en su etapa final

Decano Alberto Balbontín visitó las instalaciones para verificar el progreso de los trabajos. 

En óptimas condiciones, entrando en su etapa final y augurando una próxima entrega, se encuentran las obras de conservación del edificio que alberga a la Facultad y Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso. Así lo pudo corroborar el decano Alberto Balbontín en su reciente visita al inmueble, desarrollada en el marco de las gestiones vinculadas a los trabajos.

En la oportunidad, la autoridad realizó un recorrido por las diferentes instalaciones del inmueble – tomando todas las medidas de seguridad y autocuidado correspondientes- destacando el hall de entrada donde se pueden observar nuevos mosaicos que han sido integrados en un moderno diseño y distintas tonalidades de verde, respetando el modelo antiguo de esta tradicional área del edificio. También pudo verificar el estado de las nuevas ventanas y la limpieza de fachadas interiores del patio de la sede, además de la fachada principal de Avenida Errázuriz, donde se pueden ver modernos ventanales y letras doradas con la leyenda “Escuela de Derecho Universidad de Valparaíso”.

La autoridad pudo recorrer la tradicional Sala de Consejo “Ítalo Paolinelli Monti”, la cual cuenta hoy con nuevos ventanales, además de la Biblioteca de la Facultad de Derecho, que recientemente retomó sus funciones, recibiendo a estudiantes mediante un sistema de inscripción por turnos.

“Las obras de conservación de nuestro edificio de Derecho se encuentran ya en su fase final, terminando así un arduo trabajo de muchos meses. Sin duda, el inmueble podrá mostrar pronto una nueva cara, renovada y reluciente, pero sin olvidar el importante peso de su historia, que ha sido respetado en cada acción llevada a cabo en el marco de estos trabajos. Como comunidad de Derecho UV nos sentimos muy satisfechos de que esta iniciativa esté llegando a su término, pues su anterior estado no solo desmerecía estéticamente el edificio, sino que el mal estado de algunos sectores de sus fachadas constituían un peligro para los transeúntes, y varias de sus ventanas resultaban verdaderamente incómodas para el personal administrativo y académico, pues no ajustaban adecuadamente por lo que el viento helado filtraba en invierno, o impedía su abertura para ventilación”, indicó el decano Alberto Balbontín.

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