María Ignacia Pinto fue seleccionada para trabajar durante el verano en el prestigioso despacho profesional.
Como una grata experiencia con aprendizajes tanto a nivel profesional como personal, describe la estudiante de cuarto año de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, María Ignacia Pinto, su pasantía en el destacado estudio jurídico Barros & Errázuriz, en la Región Metropolitana.
La también mentora desde el año 2021 y ayudante de Derecho Económico y Tributario de la unidad académica, explicó que trabajó con el grupo judicial del estudio, que cuenta con un experimentado equipo de abogados especializados en la resolución de conflictos civiles, administrativos, y de libre competencia. Señaló al respecto que “durante el tiempo de la pasantía me tocó realizar labores de diferente índole: presenciar ingresos de escritos a través de la oficina judicial virtual como también revisión diaria de causas; asistencia a la Excma. Corte Suprema, Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago, y Juzgados de Policía Local; asistencia a audiencias en los Tribunales Civiles; análisis de casos y estrategia judicial; y realización de varios informes en derecho con una exhaustiva búsqueda de jurisprudencia y doctrina actualizada”.
“Sin embargo, fueron dos las labores más relevantes y significativas. La primera consistió en la redacción de la parte expositiva de una sentencia arbitral, cuyo trabajo requirió mucha minuciosidad y dedicación durante un par de semanas. Leer foja por foja cada expediente, para luego proceder a redactar, fue como permearse de todos los contenidos impartidos en las distintas cátedras de Derecho Procesal, aprehendiendo y discerniendo de manera más profunda y específica cada etapa de un proceso civil. Por último, destaco el proyecto de pasantía exigido por B&E. El proyecto de investigación consistió en una sistematización de toda la jurisprudencia chilena en materia de arbitraje comercial internacional desde la entrada en vigor de la Ley Nº 19.971, en lo que respecta al sistema recursivo. Aproximadamente 24 sentencias de los tribunales superiores del país fueron analizadas y comentadas; para finalizar con una síntesis de todos los criterios argumentativos que siguen actualmente los sentenciadores. Tal impacto tuvo el proyecto, que incluso fue enviado a todo el grupo judicial de la oficina para que sea parte de su base de datos”, puntualizó.
Respecto a la postulación a la pasantía de verano, explicó que “fue un desafío completamente inesperado que decidí aceptar, sabiendo lo altamente competitivo que era. Un día recibí por sorpresa un correo electrónico del estudio en que me invitaban personalmente, junto a los mejores estudiantes de Derecho de las universidades más prestigiosas del país, a conocer el sello de la oficina, su historia y prestigiosa trayectoria, como también las diferentes áreas de práctica en que tanto pasantes o procuradores puedan desempeñarse. Luego de enviar mi CV junto con mi concentración de notas, fui seleccionada para pasar a las dos últimas etapas consistentes en entrevistas: la primera personal por vía telemática, y la última grupal presencial, en las dependencias del estudio”.
“Sin lugar a dudas la última entrevista fue la más importante y decisiva. De más de 120 postulantes, habían llegado a aquella instancia aproximadamente 20, de los cuales debían elegir solo a 16. Allí abogados socios nos realizaban preguntas de distinta índole, como nuestras experiencias laborales, áreas del derecho que nos llaman la atención, y los propósitos u objetivos que buscábamos una vez seleccionados. En cuestión de semanas, ya recibía la grata noticia de que había sido una de las seleccionadas para la pasantía dentro del grupo judicial de B&E”, relató.
Importancia del aprendizaje en la Escuela de Derecho
Consultada respecto a cómo lo aprendido en la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso la ayudó en su desempeño en Barros & Errázuriz, la estudiante aseguró que “la enseñanza de escuela es intachable. En ningún minuto sentí inseguridad en las labores encomendadas. Es más, cada vez que debía realizar algún análisis de casos, estos siempre circunscribían a alguna materia estudiada ya sea en Derecho Civil, Procesal, Libre Competencia o Administrativo. Por lo tanto, nada lo realicé con desconocimiento absoluto”.
“Los profesores con quienes he cursado mis asignaturas se han caracterizado por no dejar ningún aprendizaje al azar, proyectando pensamiento crítico y prolijidad en nuestra formación. Aquello fue fundamental para afrontar de mejor manera mis trabajos como pasante, los cuales se caracterizaban por ser completos, competentes, e idóneos, tanto en la forma como en el fondo, lo que fue resaltado constantemente por los abogados del grupo judicial del estudio”, añadió.
La estudiante explicó que Barros & Errázuriz fue su primera experiencia laboral dentro de la disciplina del Derecho, la cual, a nivel profesional, “me entregó mucha confianza en relación a mis capacidades, conocimientos, y aptitudes. La cosmovisión que se tiene de la carrera, y la labor de la abogada, cambia inmediatamente al momento de enfrentar una controversia jurídica que debes resolver, representando de mejor manera los intereses y derechos de los clientes. La responsabilidad que se asume con la profesión es distinta, ya que los espacios de ensayo y error se reducen rotundamente, y el anhelo de ser un agente de cambio significativo se transforma en una constante”.
“Para terminar, a nivel personal ilustró un mensaje de que el camino hasta hoy emprendido ha sido el correcto. La resiliencia, el esfuerzo y la constancia en alcanzar mis objetivos han sido mis mejores virtudes, lo que me ha permitido avanzar en cada momento. Concluyo que ninguna invitación es al azar, por muy inesperada que sea: si llega a tus manos implica que encontraste lo que estabas buscando, y no queda más opción que entregar lo mejor de sí, porque aquello es justamente lo que espera y necesita la sociedad de nuestro ejercicio profesional”, cerró.
