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Escuela de Derecho inaugura placa en homenaje a egresado Felipe Coloma (Q.E.P.D.)

Ceremonia reunió a autoridades, cuerpo académico, estudiantes, familia y amigos.

Con el objetivo de rendir un homenaje al destacado egresado Felipe Coloma Aracena (Q.E.P.D.), la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso inauguró una placa en su memoria, en dependencias del patio central de la unidad académica.

El hito fue el punto de cierre de una emotiva ceremonia llevada a cabo en el Aula Luis Vicuña Suárez, que convocó a autoridades, cuerpo académico, funcionarios, estudiantes, familiares, amigos y compañeros de generación del egresado.

La actividad fue encabezada por la decana (s) de la Facultad de Derecho Inés Robles, y en ella participaron la profesora de Derecho y secretaria general de la UV Nicole Selamé; el secretario (s) de la Facultad de Derecho Claudio Oliva; la directora (s) de la Escuela de Derecho Claudia Cozzani; y el jefe de carrera (s) de la Escuela de Derecho Andrés Benavides.

El homenaje se gestó a partir de una petición de la generación de egreso de Felipe Coloma, cuyos representantes se acercaron al Centro de Estudiantes para dialogar sobre una propuesta para que el legado y mensaje de Felipe trascendieran en el tiempo y se mantuvieran en la Escuela de Derecho para las próximas generaciones. Posteriormente, el equipo representante del estamento estudiantil se acercó a las autoridades de la unidad académica, para así poder materializar el homenaje en la ceremonia realizada.

Discursos

La directora (s) Claudia Cozzani inició los discursos de la jornada indicando que “todos los aquí reunidos en su memoria sabemos que lo fundamental es que Felipe sembró profundos afectos, cosechando la sincera amistad de sus compañeros y compañeras y el cariño de incontables estudiantes, profesores y profesoras. Su prematura partida ha suscitado profunda tristeza, no sólo por el férreo compromiso demostrado con su formación profesional y por su responsabilidad y dedicación a toda prueba como alumno y mentor, sino por, sobre todo, debido a sus valiosas cualidades personales, las que son muy difíciles de reflejar a cabalidad en simples palabras”.

“Felipe fue un ejemplo de valentía, integridad e inquebrantable entereza. Un joven de impresionante perseverancia, madurez y sabiduría. Nos demostró que sin importar la magnitud de las dificultades que tengamos que afrontar, debemos luchar a diario por superarlas claudicar en el empeño de lograr nuestros sueños más preciados. Felipe fue un joven entrañable, noble y generoso, cuyo recuerdo y enseñanza de vida acompañarán por siempre a quienes tuvimos la fortuna de conocerlo”, añadió.

“A pesar del hondo pesar que sentimos por su prematura partida, este sencillo pero imperecedero homenaje nos brinda alguna conformidad y albergamos la esperanza que también sirva para mitigar el duelo de sus padres, hermanos, familia y amigos. Una persona no muere realmente mientras su recuerdo permanezca vivo en quienes la conocieron. Por ende y si bien hubiésemos deseado fervientemente que fuese de otra manera, hoy podemos afirmar con absoluta certeza que Felipe ha vencido a la muerte. Querido Felipe, descansa en paz la comunidad de la Escuela de Derecho siempre te recordará”, puntualizó.

Posteriormente, se dirigió a los presentes el representante del Centro de Estudiantes Joan Soto, quien indicó que con su equipo “recibimos el año pasado la propuesta de la generación de Felipe Coloma de poder materializar un homenaje que perdure a lo largo de los años, para que el mensaje de nuestro compañero pudiese trascender en el tiempo y ayudar a las generaciones venideras. Acogimos con cariño y responsabilidad la idea, desarrollándola y llevándola a cabo con el mayor de los respetos junto a la Escuela de Derecho, para poder otorgar a nuestra comunidad un homenaje que pueda resumir todo lo que significó Felipe para cada uno de los integrantes de ésta”.

“Como hemos podido recoger a lo largo de estos meses, Felipe Coloma fue un compañero que marcó a toda una generación, ya sea desde la vereda de las mentorías, del deporte, del estudio o incluso de la recreación. Palabras de aliento, apoyo en clases y amistad pura fueron suficientes para calar hondo en cada uno de sus compañeros y compañeras, quienes lo acompañaron en el trascurso de su enfermedad y que sin duda lloraron su partida, pero también agradecieron en vida cada una de sus enseñanzas. El estamento estudiantil al cual represento hoy se pliega a este sentido y merecido homenaje a nuestro compañero y amigo Felipe Coloma Aracena, cuyo mensaje de vida no será olvidado por las generaciones presentes y futuras. Gracias a quienes lo hicieron posible”, cerró.

En representación del cuerpo académico entregó sus palabras la profesora y secretaria general de la UV Nicole Selamé, quien señaló que “conocí a Felipe en su primer año de universidad, un joven divertido, atento, conversador, cariñoso. Recuerdo a Felipe siempre presente: en las clases, levantando la mano o molestando a sus compañeros, ayudando a los estudiantes jóvenes en las mentorías, en los pasillos de la escuela, en los recreos en la cafetería o en la piscina, en los partidos de fútbol y en las actividades que organizaban. Lo recuerdo, y no es necesario que lo recuerde, porque lo veo en la cara de quienes están acá, como el estudiante/amigo alegre y animado que nos acompañó”.

“Si tuviera que hacer el injusto acto de definirlo, diría que Felipe fue un entusiasta, que, dicen los griegos -y es una explicación que al menos le hace algo más de justicia- significa en su raíz ‘estar lleno de dioses’. Felipe estuvo lleno de dioses con sus múltiples proyectos relacionados con el cine, la música, el fútbol, la universidad, entre otros, y fue tan generoso que muchos de esos dioses todavía siguen con nosotros. Al igual que muchos de los presentes, tuve la inmensa suerte de haber sido profesora de Felipe, y creo que los represento a todos y todas al decir que recibimos más de él que lo que le pudimos entregar, y que su memoria formará siempre parte de esta Escuela. La memoria de un joven inteligente, generoso, responsable, divertido, resiliente y muy querido”, destacó.

Posterior a sus palabras, la académica Nicole Selamé hizo entrega del diploma póstumo correspondiente al Grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas de Felipe Coloma, a la madre y padre del egresado.

A nombre de los amigos y amigas de Felipe, tomó la palabra Cristóbal Hidalgo, quien señaló que “Felipe fue una de las primeras personas que me habló, unidos por un gusto en especial: el fútbol, el cual nos llevó a tener una amistad más allá de las salas de clases, pudiendo entrar en su mundo, conocer a su familia y amigos. Conmigo y con todos sus amigos, Felipe fue un amigo excepcional, una persona empática con la cual no se pasaban momentos tristes, y si algo te pasaba, el hacia lo posible para que estuvieras contento”.

“Cuando llega la noticia de su enfermedad fue un momento muy duro, uno piensa o espera que la persona que padece una enfermedad de tal envergadura se reproche por qué a él o ella, sin embargo como todos sabemos, el caso de Felipe no fue así. Él nos demostró que la esperanza y la fe mueve montañas, que a pesar de un mal diagnóstico no hay que estar cabizbajo, todo lo contrario, hay que vivir la vida y disfruta lo que más nos gusta. Lo que demostró Felipe es un ejemplo para todos y todas, ver sus videos, conversar con él y ver la actitud en cómo afrontaba todo, era algo que dejaba el corazón lleno, de todo lo fuerte que era”, añadió.

“Aún recuerdo que ya bien entrado en su tratamiento seguía haciendo su vida más o menos normal, seguía con esa sonrisa que contagia y seguía jugando al futbol con sus amigos, lo que me parecía algo impensado con todo el cansancio de las quimioterapias, pero que al tenor de sus palabras: no nos podía dejar botados porque tenía un compromiso con cada uno. Ese era Felipe, la persona más fuerte que he conocido, el que tenía un pituto -como decía él- en el hombro, que en todo el tiempo que estuvo con su enfermedad nunca apagó su luz, nunca dejo de soñar, no quería que lo viéramos mal, y nos enseñó a vivir la vida sin miedo y con amor, y aprovechar todos los momentos buenos con nuestros seres queridos”, cerró.

Posteriormente, la madre de Felipe Coloma, Marigen Aracena, agradeció por la instancia a nombre de la familia, destacando que “él eligió esta universidad porque a él le hacía sentido, porque tenía que ver con su perfil como ser humano. Y no se equivocó, porque encontró a gente maravillosa, a compañeros y profesores maravillosos”.

“Él era feliz jugando fútbol y participaba siempre. Cuando él comenzó con esta enfermedad, los doctores le dijeron que tenía que congelar, y Felipe me dijo ‘no, yo voy a hacer mi vida normal y voy a seguir estudiando y jugando fútbol’. Cuando lo iban a operar el doctor le dijo que no sabía con qué se iba a encontrar en la operación, y que quizás le iban sacar todo el colon, pero no era un problema mientras él pudiera jugar fútbol, salir y seguir disfrutando la vida, y así lo hizo. Solamente cuando estaba esos tres días con quimio se quedaba en la casa, y después volvía, y daba sus pruebas, y podía estudiar un día antes y se sacaba un 6.0”, añadió.

“Felipe comenzó a vivir sin temores, sin ponerse límites. Él sabía que todos los sueños que se planteara los podía cumplir, y me dijo ‘sabes que mamá, yo voy a empezar a cumplir todos mis sueños’. Una de sus películas favoritas era ‘El gran pez’, y yo le decía que él era mi gran pez, porque yo sé que el día de su funeral iba a haber mucha gente diversa que conoció durante su vida, porque después de estudiar Derecho se matriculó en el instituto Arcos para estudiar composición, que eran personas con otro tipo de imaginación y creatividad que llenaron otra parte de su vida, que para él también fue super importante”, destacó.

“Los últimos días que él estuvo en la casa recibió a todos sus amigos, yo conté que fueron 150 personas. Todos los entregaron cariño y él se dio el tiempo de despedirse de cada una de las personas que había conocido y de darle su mensaje. Para él era muy importante que si él partía, supieran todos cómo seguir sus vidas, con felicidad, optimismo, sin ponerse trabas, viviendo la vida, y ese fue su mensaje: no esperar a enfermarse para vivir y ser felices. Hoy tenemos que ser felices. Por muy triste que se vea un día o muchos problemas que podamos tener, siempre hay algo bueno de lo que podemos aprender, y ese es el mensaje de Felipe. Les agradezco a todos el estar aquí, agradezco a la universidad por perpetuar su memoria, porque eso era lo que él quería, que nunca lo olvidaran, y yo creo que nunca lo vamos a olvidar, porque él nos vino solamente a enseñar, y esa es nuestra felicidad y nuestro regalo que recibimos”, cerró.

Finalmente, el padre de Felipe, Enrique Coloma, se dirigió a los presentes para cerrar los discursos en nombre de la familia, indicando que “agradezco primero este gesto de la universidad toda. Son gestos que se valoran y agradecen, que alimentan el alma, la fe y la esperanza”.

“Cuando partió Felipe con el tema de su enfermedad, muchos tenían el temor de qué le iban a decir cuando lo fueran a ver, hasta que fueron a verlo a la Clínica Reñaca y no se fueron más, hubo que echarlos en la noche. Felipe a partir de ese momento a todos, familia y amigos, nos dio una lección de vida de cómo enfrentar los problemas, que son para enfrentarlos y no para arrancarse de ellos, y Felipe los enfrentó hasta con alegría”, puntualizó.

“Nunca me voy a olvidar la primera visita a la Clínica Reñaca, cuando le hicieron los primeros exámenes para ver si tenía más metástasis, y los amigos llegaron a las 3 de la tarde y no se fueron hasta las 11 de la noche, y salieron felices y sonrientes, por supuesto que no por la enfermedad, sino que por cómo Felipe estaba, y esa es la gran huella que él dejó en cómo enfrentar la vida, enfrentarla con amor. Los insto -sobre todo a la juventud- a seguir esa huella que dejó nuestro hijo, a enfrentar la vida y los problemas siempre con actitud positiva, como lo hacía Felipe”, cerró.

Placa en homenaje

Posterior a la ceremonia, los asistentes se dirigieron al sector del patio interior de la Escuela de Derecho para inaugurar la placa en homenaje a Felipe Coloma, la cual se encuentra específicamente en una de las paredes de la cafetería, en un significativo sector donde se produce el encuentro de la comunidad universitaria.

La placa rescata un extracto de las palabras que Felipe Coloma dijo en su discurso en la ceremonia de egreso de la generación 2021 de la Escuela de Derecho, llevada a cabo el 28 de octubre de 2022, las cuales rezan “En cada segundo sigan cumpliendo sus sueños y luchando, porque que estén presentes hoy demuestra que pueden lograr lo que sea”.

El distintivo descubierto por los amigos de Felipe Coloma Nicolás Mayol y Cristóbal Hidalgo, y generó gran alegría entre los asistentes a este punto final de la emotiva jornada.

Felipe Coloma ingresó a la Escuela de Derecho el año 2017 y se desempeñó de manera exitosa a lo largo de la carrera, destacándose en distintos ámbitos del quehacer académico y vida universitaria.

No reprobó ninguna asignatura y su promedio final fue 5,8, manteniéndose siempre en el 10% de mejor rendimiento de su cohorte, egresando en 2021. Destaca su excelente trabajo como mentor entre los años 2019 y 2021, labor que mantuvo desarrollando incluso en medio de su tratamiento, con el objetivo de animar a sus compañeros.

Además, desde el inicio de sus estudios fue deportista y participó en todos los equipos de fútbol de la Escuela de Derecho.

El registro de la ceremonia se puede revisar acá: https://cutt.ly/a6IEnvp

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