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Diploma de Postítulo en Mediación Familiar inauguró su octava versión con charla magistral sobre justicia horizontal

En la actividad participaron los seleccionados del programa, y fue encabezada por el director de la Escuela de Derecho UV.

Con la charla “Mediación: justicia horizontal a escala humana”, se desarrolló con éxito el acto inaugural de la octava versión del programa de Diploma de Postítulo en Mediación Familiar, perteneciente a la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso.

La actividad fue encabezada por el director de la Escuela de Derecho de la UV, Claudio Oliva, y la directora del programa de postgrado, Marcela Fernández, en una jornada que contó con la presencia de los estudiantes seleccionados.

El director Claudio Oliva dio la bienvenida a los nuevos estudiantes a la Escuela de Derecho UV, indicando que “han tomado una decisión muy acertada. Primero, porque vivimos en la época de la educación continua, ya que la especialización de las funciones, el volumen creciente de nuevos conocimientos y los cambios sociales y de la profesión, exigen que haya que volver a la universidad para reforzar y actualizar conocimientos. Además, el área específica que han escogido para perfeccionarse es de gran actualidad. Antes estábamos acostumbrados a pensar a los abogados básicamente como litigantes, pero en las últimas décadas han ido teniendo mayor desarrollo los métodos alternativos de resolución de conflictos, y uno de ellos es precisamente el de la mediación, especialmente relevante hasta ahora en nuestro ordenamiento jurídico, precisamente en materia de familia”.

“Destacar la importancia que tienen los mediadores en ese ámbito, en hacer posible la resolución de controversias jurídicas en un ámbito tan íntimo y sensible como el de la familia. Ello sin duda tiene beneficios sociales manifiestos y, por lo tanto, ustedes se están especializando para desarrollar una función que es de gran ayuda para la sociedad”, añadió.

“Por último, creo que vuestra decisión es también digna de elogio, porque han escogido esta Escuela de Derecho, una de gran tradición. Contarles que estamos próximos a celebrar nuestros 110 años de existencia, y somos la única Escuela de Derecho de una universidad pública y la única Escuela de Derecho de una universidad regional que tiene el máximo de acreditación que la legislación prevé, que es de 7 años, y le hemos dado importancia hace tiempo a ese ámbito, de modo que tenemos la certeza que obtendrán la formación que están buscando”, cerró.

Posteriormente, la profesora Marcela Fernández dictó la charla magistral “Mediación: justicia horizontal a escala humana”, oportunidad en que hizo referencia a la necesidad de mejorar las políticas de justicia, dada la existencia de un retardo endémico de los procesos judiciales e insatisfacción de los justiciables con soluciones judiciales.

“Para ello, existen dos estrategias: primero, aumentar la oferta, es decir, elevar el índice de jueces por habitante y perfeccionar los procesos judiciales, lo cual implica un fenómeno regresivo que aumenta la demanda, y mantiene la tendencia hacia la escasez. Segundo, modificar la demanda, que implica diversificar los espacios de resolución y potenciar la autogestión de los ciudadanos, lo que trae como consecuencia un cambio cultural y cualitativo, además de efectos globales a largo plazo”.

“La mediación promueve un cambio cultural en materia de acceso a la justicia, y está ligada al protagonismo de los usuarios, y la justicia horizontal, cercana a la gente y a escala humana. La política pública de mediación debe apuntar a ser respetuosa de los derechos de los ciudadanos, y acoger las potencialidades del ser humano para co-construir la paz a nivel interindividual. Por lo tanto, la ideología de una política pública de mediación desde el sector de la justicia, impacta en la ampliación del acceso a la justicia desde la eficiencia, respuestas a escala humana promoción de la ciudadanía activa, protagonismo de los demandantes de justicia, y la profundización de la democracia participativa hacia una justicia y una sociedad más horizontal”, añadió.

Explicó además que debe contar con un modelo de mediación como política de justicia, con principios y estrategias delimitadas, considerando la dignidad del ser humano y el respeto de las individualidades, el reconocimiento de la interdependencia de las partes en el conflicto, y la práctica del poder horizontal como un camino a la pacificación.

Respecto al ítem vinculado a la dignidad del ser humano y el respeto de las individualidades, subrayó que los contenidos principales de esta idea versan sobre “la dignidad intrínseca del ser humano, el respeto a la individualidad y a la diversidad, los constructos de identidad autónoma y grupal, y la autonomía decisional o libre albedrío. Las estrategias en este caso se vinculan a la voluntariedad en el proceso de mediación, la imparcialidad y neutralidad del mediador, el empoderamiento de las partes y el acceso a la información jurídica durante el proceso de mediación, entendido como un derecho”.

“Por otro lado, el reconocimiento de la interdependencia de las partes en el conflicto, entiende éste como un fenómeno interaccional, es decir, que se construye y modifica en la relación. Las estrategias en este caso son la promoción del equilibrio de poder relacional entre las partes por resignificación de narrativas, el fortalecimiento de conductas de colaboración y coordinación, la legitimación de cada una de las partes desde sus propias narrativas y emociones vinculadas, el trabajo de reflexión de las alternativas de solución sin el otro, el trabajo de análisis de las opciones coordinadas con el otro, y la instalación de la concepción de circularidad en la relación de conflicto”, destacó.

Finalmente, respecto a la práctica del poder horizontal como un camino am la pacificación, explicó que las estrategias son “la flexibilidad en el manejo de herramientas y técnicas para la creación del contexto comunicativo que las partes requieren, la exploración de las posibilidades de elaboración emocional de las partes, la reafirmación en las creencias positivas de una cultura de paz, el énfasis en la negociación colaborativa en la etapa de resolución, y los resultados de los procesos medidos por parámetros cualitativos”.

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